Y aquí estamos, un año más, a primeros de año presentando un calendario de ensayos e igualás que puede parecer extenuante, pero que nosotros encontramos ilusionante. Tenemos una nueva oportunidad de devolver a las cofradías tanta gratitud y tanta generosidad, la que demuestran al poner en nuestras manos sus cuadrillas de costaleros. Debemos ser exigentes con nuestro trabajo, y a la par, ser plenamente felices y disfrutar la época que ahora comienza.
Somos costaleros de Cristo y de su bendita Madre. Y lo somos por convicción personal. Por fe. Por afición. Por orgullo de pertenencia. Por sentimiento. Por amistad. Por compañerismo. Porque queremos.
Por vocación.
…Así terminaba el mensaje que recibimos el pasado 1 de enero de 2020. ¿Quién nos iba a decir que dejaríamos tantas cosas sin hacer; que dejaríamos de vivir momentos irrepetibles como cada año; que no tendríamos el abrazo del amigo o hermano para paliar ese momento que no queríamos. ¿Quien iba a decir que aún hoy seguiríamos sin poder tener la cercanía que, por nuestra idiosincrasia, nos hace tanta falta? Y, sin embargo, aun así, el balance debe ser positivo: seguimos aquí, con limitaciones, pero aquí.
Cuántas familias, y muchas de ellas cercanas a nosotros, han sufrido el golpe duro de esta pandemia. Cuántas han perdido sus trabajos. Cuántas siguen con la incertidumbre de no ver, ni un poco solo, el final del túnel.
Sí; es duro no poder vivir todo lo que deseamos o aquello a lo que estamos acostumbrados, pero sabemos que puede ser más duro aún. Pero la fe, lo que sentimos, lo que amamos, si es de verdad, está dentro de nuestro corazón y es inamovible. Esto solo puede servir para acrecentar esos sentimientos y unirnos más a nuestras devociones, a nuestras creencias y a nuestra pasión, pero con la coherencia de saber que aún con tantas faltas somos afortunados.
Este año el calendario es distinto: las fechas han sido sustituidas por palabras llenas de sentido. Espero y deseo que pronto podamos hacer realidad tantos cosas que quedaron aparcadas, pero deseo más aún que todo termine y que no siga rompiendo corazones, ilusiones y vidas; sobre todo, vidas.
Estoy seguro de que todo llegará y de nuevo esos sustantivos se volverán fechas. Entonces será el momento de demostrar todo lo que tenemos contenido y entonces seremos felices si al mirar a nuestro alrededor vemos en la cara del prójimo FELICIDAD.
Te deseo todo lo mejor para este año 2021. Al final ganamos esta batalla.